Con la creciente incertidumbre en los mercados de arte frente a la fluctuación de precios de los NFT y la necesidad de generar mayor confianza en los negocios en ecosistemas virtuales, el término certificado digital cada vez está en más conversaciones. Si eres de los que no tiene muy claro de qué va el asunto, este blog es para ti.

Es un documento electrónico que garantiza la vinculación de los datos de una identidad digital con una persona, organismo o empresa. Este va respaldado por una autoridad de certificación y cuenta con un conjunto de datos que garantiza e identifica a un usuario en particular. Lo anterior garantiza no solamente la identidad del firmante u originador del documento sino también su integridad y validez jurídica. Esto significa que todo documento cifrado con un certificado digital es a prueba de suplantación o falsificación.

Además, un certificado digital también resguarda la confidencialidad de un documento a través de sistemas de cifrado, lo que garantiza que únicamente sus destinatarios conozcan su contenido, por lo que además de proteger tu identidad, es una excelente medida para los sistemas de protección de la información.

Cualquiera puede hacer uso de un certificado digital adquiriéndolo en el momento en que lo necesite, pero es particularmente útil para profesionales que se desempeñan en áreas como la contable, jurídica o que se desempeñe en el sector público. También es una herramienta de primera necesidad para representantes legales y empresas para la emisión de documentos.

Además de evitar suplantación de identidad y mantener segura tu información, algunos sistemas de certificado digital tienen habilitada la funcionalidad de firma centralizada para aquellas personas que requieran generar documentos certificados de manera recurrente.

Adicionalmente permite una trazabilidad completa de las modificaciones a la información vía estampa cronológica y garantiza el no repudio de la información ante las autoridades competentes.

Con un certificado digital, tus documentos también contarán con validez jurídica y únicamente podrás firmar tras haber realizado un proceso de validación de identidad, lo que a futuro te evitará dolores de cabeza a nivel legal.

En primera instancia se crea un algoritmo único para el documento o persona, posteriormente este se cifra con una llave privada que puede ser un token físico o digital. Esto último hace posible acceder al proceso de validación de identidad que permitirá la firma del documento. En caso que la llave no coincida con la asignada al firmante o que se falle el proceso de autenticación de identidad, será imposible realizar la firma.

Cualquier cambio realizado al documento después de su firma, genera su invalidez, por lo que es importante no hacer uso del certificado hasta tener la versión final del documento en cuestión.

En Olimpia somos entidad acreditada por la ONAC para la emisión de certificado digital en sus distintas modalidades. Puedes adquirir tu certificado en línea haciendo clic aquí